Beberse la juventud Manzanilla Pipiola es joven por definición. Es la alegría de una mañana de sábado, la frescura de un primer beso, envolvente como el murmullo del mar que nos atrae hacia la orilla. Pipiola Tal y como nos cuenta su nombre, manzanilla Pipiola es pura juventud. Fina, seca, salina y deliciosa, es capaz de aunar con acierto la frescura y la tradición en una sola botella. Y esa es la magia de Pipiola; su dualidad. Una personalidad atrevida y razonada a partes iguales. Nacida de uva Palomino Fino del marco del Jerez, dentro del Pago de Balbaína Alta, Pipiola se envejece durante 4 años bajo velo de flor en soleras que se remontan al S. XIX. La marca procede de la desaparecida bodega de Manuel García Monge (fiel reflejo del buen hacer vinatero sanluqueño). En boca es fresca y persistente, con notas yodadas y minerales que recuerdan a las marismas del Guadalquivir. Su amplitud exquisita la hace irresistible en copa y su amabilidad la convierten en la acompañante ideal para esos dedos inquietos que tamborilean sobre la barra de bar. Sola, con pescado, con marisco o con arroces, Pipiola es una manzanilla que gusta mucho y gusta para siempre. Muy fácil de saborear, muy difícil de olvidar. Bendita dualidad. ARMONÍA Mariscos, pescados, arroces, embutidos.